Sed de sangre

Este relato tiene un tiempo, lo escribí una de tantas noches de insomnio. Creo que va bien con el estilo de este foro tan bonito.
Quiero compartirlo con todo el cariño, espero que os guste.

Despierto una mañana, desorientado,
parece que no hay nadie, a mí cercano.
Me apoyo en la ventana,
todo está oscuro,
más sin esfuerzo veo,
lo que hay tras mis muros.

Abro la ventana,
siento la brisa,
sin dudarlo salto,
desde la cornisa.

A pesar de la altura,
no hay ningún problema,
sin saberlo,
estoy condenado,
al hambre eterna.

La Luna susurra,
estrofas bellas,
embelesan mi alma,
que de sed, se queja.

Escucho pisadas,
en medio del bosque,
mi instinto me dice
que no me equivoque,
que avance, que corra,
que raudo vaya,
que agarre a la muchacha,
de melena larga.

Más sin pensarlo, acepto,
sin caer en la cuenta,
de que no es un acierto,
lo que en breve, habría hecho.

Me acerco, la beso,
y con desconcierto,
me mira sabiendo,
que en mí, escondido,
está el mal dentro.

La sangre, chorrea,
entre mis labios,
¿mi rostro y mi ropa?
también manchados.

Su rostro se apaga,
su mirada, se ciega,
comprendo que así,
es como un alma
se siega.

Al día siguiente,
gente del poblado,
asustada e iracunda,
acude a mi,
a paso raudo.

Mi letargo es profundo,
mas oigo de soslayo,
las brasas que arden,
de entre sus cayados,

Derriban la puerta,
rompen mis tablones,
tosen por el polvo,
que levantan sus golpes.

Escaleras arriba,
consiguen dar conmigo,
estoy atrapado,
¿Qué hago? ¿Suplico?

Jamás, me obstino,
nunca lo haría,
no por orgullo,
no por valentía,
no creo merecer,
una existencia tal
en la que para yo vivir,
a otros tenga que asesinar.

No me resisto,
mi cuerpo golpean,
mis ropas desgarran,
y mi rostro queman.

Más de mis ojos,
lágrimas no brotan,
el día anterior,
no tuve misericordia.

Me atan, me insultan,
también me deshonran,
me sacan de casa,
al sol que sin gloria,
deshace mi carne,
enmienda mi vida.

Solo entonces una lágrima,
brota y recorre mi mejilla.
Gracias, chiquilla, por darme tu vida,
no lo dije ayer,
lo digo hoy de rodillas,
gracias pequeña,
gracias, familia.
Me voy, y no vuelvo, respirad…
… de forma tranquila.

Gracias por mil, por leerlo y comentarlo.
Tengo más cosas, espero que gusten tanto como esto.

Me pongo a ello ipsofacto.